En marzo de 2008 la Familia Olaeta decide donar su legado cultural a la Diputación Foral de Bizkaia, con el fin de conservar y difundir su enorme riqueza cultural, acumulada a lo largo de 80 años de actividad. El legado será aceptado por la Diputación en un acto simbólico, solemne y emotivo celebrado en el Palacio Foral el 11 de diciembre de ese mismo año, en el transcurso del cual el director de la Filmoteca Vasca aportó la sorpresa de una película muda de 1937 en la que los Olaeta aparecen bailando de niños en Francia. Estos niños, ya ancianos, pusieron improvisadamente música a los bailes, cantando a voces mientras veían, por primera vez, las antiguas imágenes.