Un grupo de niños juega ante un bazar. Llegan los hermanos Pepa y Piedrín, que, ignorados por sus compañeros,  tratan de bailar entre ellos mientras miran los juguetes de la tienda. Un mendigo presente es socorrido por los dos hermanos, lo que sirve para que se vuelvan a reír de ellos el resto de los niños. Sucede que el mendigo es realmente  el dueño del bazar e invita a los hermanos a entrar en su tienda, al tiempo que hace que los juguetes cobren vida.